Thales, la empresa francesa que le dio origen, asegura que el nivel de seguridad es mucho más elevado que el que se tiene actualmente con el código pin
Los pagos sin contacto tuvieron un fuerte impulso desde que empezó la crisis sanitaria por la pandemia en todo el mundo. Dentro de esos pagos y por delante todavía de los realizados con móviles o wearables, se encuentran el de las tarjetas bancarias como primera aproximación al NFC y que no están exentas de algunos problemas de seguridad importantes.
Para añadir un extra importante de seguridad a los pagos sin contacto realizados mediante tarjeta de crédito, la compañía francesa Thales desarrolló una tarjeta que incorpora un sensor biométrico capaz de reconocer la huella del usuario.
La tarjeta con lector de huellas incorporado ha sido denominada como Biometric Sensor Payment Card (Tarjeta de Pago con Sensor Biométrico) y Thales lleva desde el año 2015 implicada en su desarrollo.
Es una tarjeta normal con la peculiaridad de que incorpora un lector de huellas como el de un teléfono móvil, algo que ha sido muy difícil de desarrollar e introducir en un espacio tan diminuto.
Cómo logro el desarrollo

La tarjeta con lector de huellas incorporado ha sido denominada como Biometric Sensor Payment Card
Conseguir introducir toda la electrónica necesaria en la tarjeta ha sido un verdadero reto para los ingenieros de Thales.
La compañía quería un dispositivo que no dependiera de la energía suministrada por una batería así que se las tuvieron que ingeniar para aprovechar la que se transmite inalámbricamente a través del NFC para alimentar a todos los sistemas integrados, incluido el lector de huellas.
El objetivo pasa por integrar la mayor parte de los elementos dentro del chip propio del banco para no tener componentes extras innecesarios que consuman recursos.
Precisamente, el no equipar más componentes que los estrictamente necesarios permite a la tarjeta conseguir una vida útil igual que sus versiones sin sensor biométrico. Actualmente las tarjetas tienen un periodo de validez de 5 años, la de Thales con lector de huellas los cumple sin problema.
¿Cómo funciona el modo huella?

El modo huella tan solo se activa cuando el TPV admite pago sin contacto, pero la función más tradicional de introducirla para realizar pagos con el chip también se mantiene. De esta forma, los pagos sin contacto que superen los 50 euros se pueden autorizar simplemente colocando la huella sobre el lector o, si se prefiere, introduciendo la tarjeta y tecleando el pin.
Thales asegura que el nivel de seguridad es mucho más elevado que el que se tiene actualmente con el código pin.

Es una tarjeta normal con la peculiaridad de que incorpora un lector de huellas
«Si alguien pierde la tarjeta no se tiene que preocupar por nada», dicen desde la compañía. La barrera de seguridad que aporta la biometría es, sin duda, una garantía para el usuario final que tan solo tendrá que darla de baja en el banco con la mayor brevedad posible, pero es posible que los fondos permanezcan intactos.
La tarjeta con lector de huellas consigue un nivel muy similar al que podemos encontrar en cualquier plataforma de pagos a través del móvil como Apple Pay o Google Pay. En ambos casos, se necesita desbloquear el terminal bien con la huella dactilar o el rostro para aceptar el pago, informa 20Minutos.
El proceso de registro, como en cualquier dispositivo con lector de huellas, necesita una participación activa del usuario. Junto a la tarjeta, Thales envía un pequeño gadget para realizar el primer registro. El cliente debe introducir la tarjeta en él y comenzar con el proceso colocando la huella sobre el sensor en varios ángulos y formas.
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Aunque los primeros proyectos piloto los han realizado en Reino Unido, más de 1.000 usuarios en 8 países ya han realizado pruebas con la tarjeta biométrica de Thales.